lunes, 3 de marzo de 2014

Compuestas mutantes

Caléndula con capítulos múltiples sobre un capítulo viejo
En el mundo de las plantas ornamentales se han producido tantos cruces, selecciones y variaciones que pocas especies encontramos ya que tengan un aspecto totalmente idéntico al de la planta silvestre de la que proceden, apareciendo de vez en cuando ejemplares con aspecto que no se corresponde al de sus progenitores. La mayoría de veces esto se traduce en un abanico inmenso de coloraciones distintas o bien en un aumento del número de pétalos. Personalmente, soy muy selectivo en gustos para este tipo de mutaciones: con los colores no suelo tener problemas, aunque en ocasiones puntuales prefiero el color original de la especie y, particularmente, en muchos otros casos la versión en color blanco de una planta que suele dar flores en otro color es la que más aburrida encuentro.

Para el tema de los pétalos múltiples tengo varias opiniones. La inmensa mayoría de veces suelo preferir a la planta simple original, o bien me conformo con el aspecto más básico que, en la inmensa mayoría de ocasiones, suelen presentar las asteráceas de tipo margarita, crisantemo o caléndula. En estas plantas las flores se ubican sobre un disco rodeado de lígulas que simulan ser una flor simple con sus pétalos, como lo sería la de una anémona o las margaritas de Livingstone, perfecto ejemplo de una flor simple actinomorfa. En los casos más sencillos, las flores tubulares en ocasiones vienen acompañadas de una lígula en su base, ea veces plana y a veces tubular. Y así, tenemos plantas como las Zinnia 'Flor de Dalia' o la Bellis perennis 'Pomponette', centenares de dalias de pétalos dobles y multitud de variedades de crisantemos, Argyranthemum, caléndulas, reina margarita... Por decir, nunca he visto una Zinnia elegans de floración simple "auténtica", sino que a veces el capítulo comienza como una flor clásica pero acaba cubierto de pétalos que brotan de la base de las flores centrales.

Mauranthemum con lígulas múltiples
En la mayoría de estos casos suelo preferir la variedad simple aunque en algunos casos no me desagradan del todo las de pétalos múltiples. En las dalias, por ejemplo, tras la desaparición de la 'Duet', ya no me queda ninguna que no sea simple y por ello he dejado la idea apartada, además de que con el tiempo mis gustos han cambiado y encuentro mucho más llamativas a las plantas de flores simples. Tampoco me desagrada en el caso de que la mutación no sea muy exagerada, como en las anémonas 'St. Brigid'. Para el resto de plantas, pocas especies de pétalos múltiples me parecen llamativas, sobre todo aquellas cuya proliferación de pétalos extra las hace parecer "defectuosas", pero en especial me parecen horrorosas esas flores cuyos pétalos parecen pañuelos arrugados, que además suelen darse en plantas cuya flor original me parece muchísimo más bella: narcisos, peonías, adormideras, hibisco de Siria...

El primero de los casos que nos ocupa se situaría en lo mencionado en el segundo párrafo. Después de tres generaciones en la terraza, algunas Mauranthemum paludosum han producido flores con varios pétalos. En estas margaritas la variabilidad suele ser grande, pero siempre referida al tamaño final de las plantas o al diámetro de las flores. Es una planta que, por ejemplo, en el contenedor se ha hecho más alta para poder sobresalir entre las demás especies, alcanzando casi 30 cm. Los ejemplares en macetas individuales se quedan en la mitad. Como dato curioso, decir que estas flores con múltiples lígulas han aparecido en dos ocasiones separadas pero simultáneas, en una maceta y en el contenedor, y que en ambos casos las plantas han continuado sacando capítulos simples.

El segundo caso es si cabe más curioso, aunque he encontrado breves testimonios en la red de otra gente a la que le ha ocurrido, si bien no he encontrado una explicación detallada. Se trata de una caléndula amarilla, de capítulos "semidobles", en cuyo aspecto no reside lo llamativo de esta mutación. La caléndula tiene una floración bastante prolongada y tras ella las lígulas se pliegan, se secan y los frutos verdes quedan expuesto y comienzan a madurar y volverse marrones. Los frutos de la caléndula tienen forma de gancho y son más grandes en el contorno del disco de flores que en el centro. Bien, pues en este caso tenemos que, cuando el capítulo terminó su ciclo, de sus extremos salieron nuevos capítulos en donde deberían estar esos frutos más grandes. Es como si la planta hubiese dado una "generación prematura" formando más flores donde deberían estar los embriones contenidos en las semillas. También en esta ocasión ha ocurrido una única vez y la planta, antes y después de esto, ha sacado flores de aspecto normal.

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