domingo, 15 de febrero de 2015

Invierno en la rampa de descenso

Eristalinus aeneus sobre Mauranthemum
Febrero es un mes bastante divertido. Salvo casos como el año pasado, en que fue un mes anormalmente cálido, es uno de los meses con mayores contrastes del año. Se dan casi siempre las temperaturas más bajas absolutas, que en esta ocasión han estado muy cerca de llegar al 0 del termómetro, pero ello no es óbice para que en la segunda mitad, corta por ser un mes de 28-29 días, comience la escalada hacia la primavera. Nunca hay que cantar victoria antes de tiempo porque el invierno no termina hasta la segunda quincena de marzo, pero por lo general la subida de temperaturas se va abriendo camino por mucho que el frío se empeñe en quedarse un poco más. Y así estamos hoy, con poniente suave, 20ºC de máxima y 13ºC de mínima, valores que duplican los de hace una semana.

Dimorphotheca sinuata
Las plantas, indistintamente de una cosa u otra, se estiran a toda velocidad haga frío o calor. Es uno de los meses en que más rápido se ven los cambios, pues los bulbos terminan de brotar, alguno ya con flores, y las herbáceas que hasta enero casi no se veían crecer de repente ganan volumen y los botones florales aparecen por doquier. Es tiempo de ir plantando las novedades en lo referente a vivaces y bulbosas veraniegas, que todavía tardarán en dar de sí, pero que de un año para otro estarán lo suficientemente aclimatadas como para unirse al unísono con el resto de plantas de la terraza. También es tiempo para continuar sembrando algunas anuales o perennes herbáceas de crecimiento rápido.

Armeria maritima
Sólo se echan en falta aquellas plantas que necesitan algo más de calor para comenzar y que en estos momentos son las que más empeño van a necesitar dado que prácticamente no hay ninguna, como las zinnias, los girasoles o, especialmente, las trepadoras: la pérgola quedó vacía con la llegada del invierno, pero son muchas las especies a sembrar, algunas repetidas de otras temporadas, anuales -como las Ipomoea- y otras tantas nuevas, pues esta estructura sólo tiene un año y todavía no he conseguido explotar su potencial debidamente El primer año fue "de prueba" y apenas conseguí cubrirla discretamente, incluso con trepadoras perennes o vivaces ya establecidas.

Oxalis pes-caprae
Antes del fin de semana, un par de días con el sol completamente escondido bajo las nubes proporcionaron un poco de humedad extra a las plantas, con escuetas lluvias que no sumaron ni 3 mm. entre dos días. Hoy algunas ya estaban pidiendo agua, especialmente en el contenedor, donde muchos ejemplares de gran tamaño crecen juntos y se han encargado de recordarme que lo que en invierno se puede aplazar, cuando comienza el calor hay que mantenerlo bajo una rigurosa vigilancia: había plantas que tenían los tallos totalmente doblados hacia el suelo, que por suerte han comenzado a enderezarse nada más les he dado de beber.

Eristalinus aeneus en Iberis
A las flores ya presentes se van sumando unas pocas más. Continúa su ascenso la Dimorphotheca sinuata, que se acerca ya a la treintena de capítulos producidos, pero que ha sido doblada con un cambio de viento a gregal que la empujó hasta dejarla totalmente horizontal; la nueva Armeria maritima se anima a sacar sus flores en umbelas con un vivo color y suave perfume que han encandilado durante unos instantes a una abeja que pasaba por allí; el Oxalis pes-caprae sigue siendo el único de la familia que florece y pronto tendrá varios pedúnculos cargados a la vez; las margaritas blancas de Leucanthemum x superbum y Mauranthemum paludosum brillan con luz propia, las segundas en varios puntos de la terraza.

Abeja sobre la Armeria
Van apareciendo especies de nuevas siembras poco a poco, algunas viejas conocidas como las Cosmos bipinnatus, que quizá no estaría mal que ampliase el número de ejemplares dado que los actuales se han quedado algo pequeños y amarillentos y las flores ni siquiera terminan de desplegarse; florece también un Cosmos sulphureus, especie cercana e igual de sencilla que por un motivo u otro me ha dado tantos problemas en otras ocasiones que a estas alturas aún es la segunda planta que consigue mostrar sus flores anaranjadas desde que comencé a probar con la especie en 2013.

Trigonella foenum-graecum
Otra de las macetas con herbáceas semilleras, como caléndulas y otras cosas, ha tenido algunos problemas cuyo motivo exacto no he conseguido averiguar, pero que ya parecen empezar a remitir. La tierra estuvo sin utilizarse en 2014 -fue una maceta sembrada de Aquilegia que no funcionó- y apenas la he regado durante el invierno, pero las plantas han amarilleado muchísimo. Aporté primero quelato de hierro y posteriormente un poco de abono completo y se intuye cierta mejoría. Todavía no florecen las plantas más grandes que hay allí pero sí una que venía en una mezcla de semillas que compré el año pasado y puse allí para ver cómo se desarrollaba: el fenogreco (Trigonella foenum-graecum). Desconozco por qué motivo incluirían estas semillas en una mezcla de flores ornamentales: las flores no son gran cosa, con el típico aspecto de las leguminosas cercanas a las habas y tréboles, de un pálido color blanco. Eso sí, quizá el motivo se debe a que, como todas las leguminosas, nitrifica la tierra gracias a las bacterias que viven en simbiosis con sus raíces. No obstante, no entiendo por qué una hierba culinaria y medicinal de flores discretas en lugar del popular Lotus corniculatus, que a su vez es autóctono en Cullera.

Cosmos sulphureus
Entre las bulbosas cada vez son más las que asoman y ya lo hacen hasta las que planté en tiempo de descuento, hace sólo un mes, las cuales espero no tengan problemas y repitan un éxito similar al de 2013, cuando también retrasé la plantación in extremis. Las primeras que están enseñando sus flores, sin embargo, son las que cuentan con la ventaja de haber comenzado esta temporada enterradas en la misma maceta que el año anterior: unos pequeños Muscari armeniacum que aún derivan de los primeros bulbos que adquirí en 2011.

El calor de hoy, el más intenso de lo que va de invierno, ha empezado a mover ya a algunos insectos. Lo primero que he visto al salir a la terraza ha sido una esfinge colibrí que ha huido rápido. Las moscas de las flores tienen más paciencia, como la hermosa Eristalinus aeneus, de color bronce y ojos de colores, que se ha paseado por varias flores a pleno sol. Dentro de unas semanas, espero, con más flores abiertas y las temperaturas en escalada, los insectos también se multiplicarán.

Parece que esta próxima semana volverá a ser protagonista el viento, de poniente y de gregal, y las lluvias volverán a hacer acto de presencia. Espero que sean lo suficientemente abundantes como para restablecer la humedad arrastrada por los vientos y estos primeros calores y dar un nuevo aliento a esta carrera hacia la primavera.

1 comentario :

  1. Esta empresa me ha robado una de las fotos de Eristalinus aeneus que aparece en la entrada para vender pupas de la especie: https://controlbio.es/es/353-eristalinus-aeneus

    Y no, estos sinvergüenzas no pidieron permiso.

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