sábado, 18 de abril de 2015

Más Schizanthus

Schizanthus x wisetonensis rosada y amarilla
Las Schizanthus son una de las nuevas atracciones de esta temporada en la terraza, Movido por la curiosidad, compré estas semillas procedentes de la marca china Flower Goddess, que se prodiga por muchas tiendas online como eBay, Amazon o AliExpress y cuestan relativamente poco -menos de un euro en esas subastas de eBay que nunca llegan a tener pujas y te la llevas sólo con poner la puja mínima que piden. En el sobre de semillas pone Schizanthus pinnatus pero realmente son Schizanthus x wisetonensis, aunque eso es lo de menos: las semillas valen perfectamente y germinan, y las plantas son muy sencillas de cuidar, además de combinar estupendamente con otras anuales de tamaño pequeño-mediano.

Schizanthus son de origen chileno y pertenecen a la familia de las solanáceas, la cual engloba a muchas plantas conocidas que van desde los tomates y patatas hasta el tabaco y las petunias. Las Schizanthus tienen su subfamilia propia, Schizanthoideae, y conforman doce especies. Schizanthus x wisetonensis es el híbrido más popular en cultivo y procede de la mezcla de S. pinnatus y S. grahami. Como otros miembros de su familia, la planta produce alcaloides tóxicos.

Blanca y amarilla
Hasta hoy tenía dos plantas en flor, una rosada-blanca en una maceta y otra blanca-rosada-amarilla en el contenedor, pero yo recordaba haber repicado desde semillero dos más, las cuales finalmente han acabado manifestándose. De hecho, la planta grande del contenedor no recuerdo por qué salió ahí, ya que en mis notas tenía apuntados los dos ejemplares que florecen ahora, uno a cada lado del frontal, mientras que la del centro no tengo ni idea ni de cuándo ni cómo llegó ahí. No descarto que dejase caer una semilla germinada que no supe dónde poner en su día.

La suerte ha sido que los dos nuevos ejemplares muestran otras dos combinaciones de color. La primera, la del lado izquierdo, produce flores pequeñas de color rosado con el dibujo central amarillo moteado de rojo. La planta destaca poco actualmente y la encontré de casualidad buscando huecos por donde regar sin mojar las flores, la mayoría de las Mauranthemum, Layia y Agrostemma de ese punto. La segunda, de color blanco con el centro amarillo, tiene flores de tamaño similar a los dos primeros ejemplares y aparece medio escondida tras una Collinsia, aunque empieza a despuntar. Confío en que ambos ejemplares empiecen a florecer con la fuerza de sus dos parientes y pronto destaquen sobre el resto de sus compañeras.

Rhodanthidium sticticum en las flores
No parecen ser flores que llamen la atención de los polinizadores, siendo visitadas en su país natal por polillas y colibríes. Aquí he visto al escarabajo Tropinota squalida investigarlas sin demasiado interés y poca cosa más; recientemente, la abeja roja Rhodanthidium sticticum ha hecho su primera apareción del año en la terraza examinando las flores de una de las Schizanthus, aunque tampoco estuvo mucho rato. No descarto, claro, que durante la noche las visiten las mariposas nocturnas.

Cultivarlas fue muy sencillo. A pesar de lo pequeñas que son las semillas, funciona bien con ellas el método de germinarlas sobre un papel de cocina húmedo en un envase hermético. Una vez pasadas a tierra tardan un tiempo en desarrollarse, pero están listas para dar todo de sí en primavera. No parece gustarles demasiado el agua y hay que procurar no regar demasiado: si el otoño es lluvioso, nos podemos ahorrar algún riego. De momento no he visto cómo producen semillas pero estoy muy interesado en conseguirlas, pues venían pocas en el sobre inicial; al parecer no da una baya como muchas solanáceas sino una cápsula seca, como las petunias. El objetivo, claro, es obtener cuantas más semillas mejor, y seguir sembrándolas en próximas temporadas. Algo tan bello no puede faltar en la terraza a partir de ahora.

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