martes, 31 de mayo de 2016

Mayo colorista (II)

Scabiosa atropurpurea
Llegamos a este día final de mayo cerrando el mes con sensaciones bastante positivas. A diferencia de años recientes, esta vez mayo ha sido un mes suave, continuista con la primera mitad de la primavera y con episodios de lluvias modestos pero necesarios, dejando al final 18,8 mm. más para esta estación: todavía llovió el pasado fin de semana. El calor parece no tener demasiada prisa en llegar y apenas en cuatro ocasiones en estos últimos diez días las temperaturas han superado los 25ºC, con un sólo día realmente caluroso, el pasado domingo 22, en el que se superaron los 30ºC. Gracias a ello, el mes termina pero los días agradables llenos del colorido que ofrecen las flores parece que tengan la continuidad asegurada hasta que las condiciones se endurezcan o, simplemente, las flores lleguen al final de su ciclo. Veamos cuáles han sido las últimas plantas en tomar parte en esta vistosa primavera:

Cota tinctoria
Las Cota tinctoria, camomilas amarillas, han comenzado a florecer en los últimos días de este mes. Puestas muy cerca de las Glebionis segetum, se distinguen por su menor tamaño y abultado disco floral, si bien sus cabezuelas parten de una planta muy distinta, con rosetas de hojas recortadas que crecen en tallos rastreros. Al igual que sus parientes, a medida que han ido abriéndose sus pequeñas flores tubulares los insectos han empezado a sentirse atraídas por ellas. Dado que todavía están comenzando, es de esperar que sean unas de las protagonistas del mes de junio. Es la primera vez que funcionan tan bien, pues la primera ocasión en que sembré semillas de la especie, en marzo de 2014, obtuve un ejemplar que permaneció inmutable durante meses hasta que prácticamente un año después y sin hacer mención de florecer ni crecer siquiera, murió. Otros intentos comprendieron la plantación de algunos ejemplares en el contenedor, que desaparecieron tan pronto como las demás plantas los privaron de luz. Una vez más, al ser la primera vez que logro su éxito aprovecho para tomar nota sobre su ciclo a fin de encontrarles en futuras ocasiones unas compañeras de maceta que florezcan al mismo tiempo.

Scabiosa atropurpurea
Ha comenzado la floración de la primera de las Scabiosa atropurpurea. Se trata de una especie que conozco bien al formar parte de la flora autóctona de mi zona, siendo frecuente en suelos mayoritariamente calizos, en los prados arenosos de la costa y en muchos márgenes de caminos agrícolas. La forma cultivada es ligeramente distinta, y esto es un gran punto a favor. En lugar de formar las grandes plantas de tallos largos y desparramados, se mantiene alta pero compacta, muy vertical. Ni que decir tiene que la principal diferencia son las flores, que dejan de lado el clásico aspecto rosado claro de la variedad silvestre ofreciendo multitud de colores sólidos y vivos. En este caso, el primer ejemplar en aparecer tiene un oscurísimo tono granate con estambres rosados que lo hacen tremendamente atractivo. Se vislumbra ya que el segundo ejemplar tendrá flores rojas, y el tercero, aunque formando flores, todavía está muy atrasado como para averiguar. Eso sí, nuevamente se trata de una especie tan tardía que se ha quedado prácticamente sin acompañantes.

Monarda citriodora
Las Monarda citriodora no defraudan y copan todo el mes de mayo con sus floraciones organizadas a modo de pisos, llamados verticilos. Esta lamiácea no la he vuelto a sembrar voluntariamente desde su primera temporada, la de 2014, dado que las semillas caídas dan ejemplares tan pronto como se pone a llover a finales de verano. No obstante, creo que ha llegado el momento de volver a explotar su potencial y preparar semilleros para combinarlas con otras especies de crecimiento y época de floración similares. Una particularidad es que las rosetas de hojas se mantienen pequeñas hasta muy tarde y por ello no puede combinarse con plantas mayores, que las taparían, a pesar de que mayo todavía sea una buena época de floración de anuales que podría tener de acompañantes. Por tanto, quizá sus compañeras ideales serían aquellas que no formen rosetas de hojas anchas y florezcan, como ellas, a partir de la segunda mitad de la primavera. Como toda lamiácea de flores tubulares, es una buena aliada de los insectos ávidos de néctar.

Cota tinctoria


Zephyranthes carinata
En este mes de mayo ya han aparecido las dos primeras flores de Zephyranthes carinata, pero se trata de unos bulbos recientemente adquiridos -volví a creer que se trataría de Habranthus robustus- en lugar de los ya veteranos de hace varias temporadas que también crecen estos días. La primera flor llegó a abrirse del todo pero fue destrozada rápidamente, presuntamente por los gorriones. Espero que este segundo ejemplar tenga oportunidad de durar algo más. Habitualmente estas plantas florecen al juntarse dos condiciones: el calor veraniego y las tormentas, vengan o no con precipitaciones. No obstante, suelo observar en macetas que tiene otra gente en sus patios que existen algunas de estas Zephyranthes que se encuentran en plena flor durante estas fechas. En mi caso, el riego continuado no les sirve como sustituto de la lluvia y pueden crecer, pero no florecerán hasta que se den las condiciones atmosféricas necesarias. Lo de estas flores es, de momento, una excepción.

Silene armeria
Después de una temporada de ausencia, vuelvo a disfrutar de las nubes de florecillas rosadas de las Silene armeria. Casi seguro que, como ocurrió con muchas especies, sí la llegase a sembrar en la temporada 2014-2015, pero la exagerada densidad de plantas que había en el contenedor para aquel entonces acabó por dejarlas fuera de combate. En esta ocasión los ejemplares fueron de los primeros en plantarse en su sitio, en octubre de 2015, y las rosetas de hojas se veían perfectamente durante los primeros meses junto a las de unos Dianthus amurensis. Al cabo de un tiempo, y con la primavera ya encima, di por perdidos a ambos al no distinguir ya sus hojas de las del resto de plantas. De las clavellinas parece no quedar nada, pero las Silene se han hecho muy altas y comienzan a despuntar con sus maravillosas flores de largo cáliz y cinco pétalos color rosa vivo.

Talinum paniculatum
Talinum paniculatum es una especie que también ha costado un poco de ubicar, aunque finalmente he conseguido hacer crecer una planta que florece ya estos días. La primera temporada de intentos no conseguí hacer germinar ninguna de las pequeñas semillas negras y brillantes que sembré. En 2015 no hubo mayor problema y conseguí una planta que tan pronto como ganó tamaño la pasé a una maceta definitiva, donde sigue hoy. Se trata de una planta relacionada con las verdolagas aunque hoy día se las coloca en su propia familia, Talinaceae, en lugar de Portulacaceae. Las hojas son espatuladas, carnosas, y en el caso de mi ejemplar tienen un color amarillento que es propio de algunas variedades ornamentales y que, de no saberlo, uno pensaría que la planta está sufriendo una clorosis severa. Las flores, diminutas, son de color rosa y aparecen sobre finos pedúnculos ramificados. Sólo se abrirán una vez y enseguida se ponen a producir semillas en una cápsula roja. Por lo que he observado, sólo se abren durante las tardes.

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