jueves, 1 de diciembre de 2016

Unas lluvias importantes

Hojas de bulbosas y anuales espontáneas mojadas por la lluvia
La caprichosa meteorología, unida lógicamente al cambiante clima de estos últimos años, nunca deja de dar lugar a curiosas paradojas. Este 2016 estaba siendo, y seguramente así se vaya a quedar puesto que ya nos acercamos a su fin, uno de los más secos de los últimos años. Claro, que ello no significa que las pocas lluvias que puedan haberse acumulado lo hayan hecho repartidas entre unas pocas jornadas, provocando cosas como que este pasado 28 de noviembre haya acabado siendo el día con más lluvia recogida de los últimos cuatro años. También hemos tenido una primavera modeadamente lluviosa por el simple hecho de que llovió, aunque poco, en varias ocasiones, contrastando con las primaveras anteriores en las que la lluvia se presentaba apenas de manera anecdótica.

Precipitaciones sobre Cullera
Este pasado domingo 27 comenzaba a llover en Sueca por la mañana, con cierta intensidad y con precipitación en forma de granizo durante unos minutos, motivo que me preocupó bastante teniendo en cuenta que si ocurría lo mismo en Cullera, la integridad de algunas plántulas de apenas unas semanas de vida que tengo en la terraza corría peligro. Nada más lejos, y tras caer unos 30 mm. en una hora y producirse una espectacular manga marina frente a la costa suecana, en Cullera apenas habían caído unas gotas sin importancia. No empezó a llover a un ritmo consistente hasta cerca del final del día, tras una notable tormenta con actividad eléctrica, acabando con 3,6 mm. que continuaron creciendo con el inicio de la nueva jornada. Veinticuatro horas después, el día terminaba con 82,8 mm. recogidos. Hacía bastante tiempo que la lluvia no dejaba tanta agua en un sólo dia en Cullera. La última ocasión, el 28 de febrero de 2013, cayeron 79,2 mm., parte de ellos también en forma de granizo mientras me encontraba realizando tareas entre las plantas. Posteriormente a esta jornada de lunes, el martes 29, se recogen otros 36,8 mm. en Cullera. Hoy, ya en diciembre y primer día en que no ha llovido, parece que nos quedamos con 9,4 mm. más, que suman 181,4 para todo noviembre.

Bahía de Cullera al final de la tormenta
Se podría decir que la frecuencia de estos episodios de lluvias copiosas concluyeron aquel 2013, con su colofón a finales de agosto de aquel año, con más agua acumulada que ninguno de los meses posteriores hasta hoy a excepción de septiembre de 2015, y por poco. De hecho, para buscar el último día que se superó la cantidad caída este lunes habría que irse al 29 de septiembre de 2012, con unos espectaculares 220 mm. precipitados difíciles de superar. En aquella ocasión se produjo el último temporal de levante virulento de estos últimos años, con fuertes vientos que arrancaron ramas y árboles y dejaron encallados a dos portacontenedores en las costas de Valencia; en sólo cuatro días se recogieron algo más de 300 mm. en Cullera. No se ha vuelto a repetir nada así desde entonces. De hecho, el siguiente otoño fue el más seco en muchos años. Una de cal y otra de arena.

Esta pasada semana comenzó ya con lluvias y no había tenido que regar las plantas en varios días. En la anterior visita a la terraza desestimé recoger el agua de dicha lluvia en garrafas para dejar las bandejas y cubetas libres ante la prevista llegada de más lluvias, pero no lo hice y por tanto he perdido unos cuantos litros que podrían haber venido bien para ahorrar viajes a la planta de osmosis donde recojo actualmente el agua de riego a fin de evitar acumulaciones de cal y subidas de pH en el sustrato. La siguiente visita, en pleno día de lluvia, sólo constó de una revisión rápida -sin percances que lamentar-, vaciado de algunos recipientes plásticos con macetas y hasta el sembrado de unas pocas semillas aprovechando la tierra húmeda. Dentro de lo que cabe está siendo un buen otoño y espero que ello repercuta en la próxima primavera.

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